sábado, 2 de octubre de 2010

FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE URKUPIÑA

Como todos los años la Asociación Urkupiña de Ciudadela hace la apertura y los ex socios vecinos del complejo hacen el cierre de las festividades de la virgen.

Ciudadela celebró dos veces en agosto, como hace todos los años por la virgen de Urkupiña. La primera celebración se hizo en el Predio de la Asociación que lleva su nombre. En ella la pasante era la señora Marlene Peña y su hijito Jonathan. Ella se sentía muy emocionada y decía haber recibido «colaboración de todos los integrantes de la asociación, los ex pasantes y los socios de siempre».
Los mismos de siempre que le ponen espíritu a la fiesta para que salga linda, los socios fundadores, vecinas devotas de la virgen y amigos, que no dejan marchitar sus raíces que alguna vez echaron por aquella Asociación.
Con sus coloridos trajes participaron de la convocatoria: La Fraternidad Caporales Tukuysonko de Retiro, Devotos de la virgen Candelaria; los Caporales Corazón de Oro de Villa Celina; los Caporales Juventud Amaru de Nva. Pompeya. Este último grupo de Caporales tiene a uno de sus fundadores originario de Ciudadela, más específicamente monobloks mal denominados como «Fuerte Apache».
Se trata de Andrea Rosales, ella junto a Víctor Hualpa de Nva. Pompeya, realizaron lo que no se pudieron hacer en su barrio, llevar adelante un grupo de danzas. Y desde hace 3 años conformaron esa fraternidad con 24 integrantes y bordaron artesanalmente sus trajes confeccionados aquí por una modista boliviana. Para obtener los accesorios también se las ingeniaron, de modo que no les cueste muy caro, ellos se fabricaron los sombreros y un zapatero boliviano de aquí les hizo los zapatos.
Con toda la alegría que imparte el infaltable sonido musical participaron los Aymaras Intercontinentales, banda de sikuris; la banda Internacional Gran Poder de Casa-nova que entre sus integrantes tenía como instrumentista de platillos a una mucha-cha. Algo poco inusual en las bandas que participan por lo general sólo varones. No era hija, ni pariente del Director de Banda, era sólo una joven que se decidió acompañar a la banda tocando ese simple pero maravilloso instrumento que le aporta la chispa de vigor a la melodía.
También acompañó a la procesión la Morenada Central de Retiro con una socia y vecina de la Asociación entre las morenas.
Más tarde apareció la Diablada de Morón y para amenizar la tarde el grupo Kutimuy (volver en quechua) acompañó con su música folclórica y popular.

El cierre en el complejo
A la semana siguiente, con Mónica Barro de Guzmán y Antonella, su hija, como pasantes. Los vecinos se reunieron para dar el cierre a las festividades de Urkupiña. Alrededor de la imagen que mide un poco más de 1 metro de altura, acompañaban las figuras de otros vecinos. Se vio una participación mayor a la de los últimos años. Con cooperación de los devotos que no dejan de participar año tras año, es que se hizo posible la participación de las bandas Tahuichi de Ciudadela y Vera Cruz de Palomar; los caporales Fraternidad Folclórica y cultural de Lugano; los Caporales Juventud Amaru de Nva. Pompeya; la Morenada Central de Retiro y el conjunto tropical Fuego Rojo.


Por Amparo Bellot - Redacción de Renacer On Line
(28/09/2007)


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