domingo, 30 de mayo de 2010

SU HISTORIA.

A mediados de la década del ´40 se inició, en el contexto del proceso de industrialización y la política de sustitución de importaciones y como consecuencia de la reestructuración del agro, un fuerte crecimiento del movimiento migratorio del interior del país a las ciudades, particularmente a Buenos Aires. El acelerado proceso de urbanización no estuvo acompañado de políticas de planeamiento urbano y planes habitacionales que resolvieran el problema de vivienda e inserción en la ciudad de los sectores populares de inmigrantes desplazados del campo, a los que se sumarían, posteriormente, los inmigrantes de países limítrofes. Los sucesivos gobiernos han implementado políticas de erradicación y, con cada nuevo plan, se reinstala el debate público sobre erradicación versus radicación, es decir, sobre la legitimidad de la ocupación del terreno y el derecho a la vivienda. En la Capital Federal, las familias venidas de las provincias (en general del norte y noreste) a mediados del ‘40, formaron o se sumaron a asentamientos precarios localizados en terrenos fiscales desocupados. Estos asentamientos, considerados por sus habitantes como un hábitat transitorio hacia la resolución de su problema de vivienda, y quedaron pronto estigmatizados como “villa miseria”, y fueron multiplicándose y creciendo a lo largo de las siguientes décadas. Las “villas miseria” o “villas de emergencia”, tomaron muchas veces el nombre del lugar o barrio de pertenencia. Es el caso de la villa de Retiro. Una gran parte de la gente que vivió en la Villa 31 hasta mediados de los ‘70 es la que nuevamente ha sido desalojada compulsivamente del Barrio Ejército de los Andes y vio, a principios de octubre y noviembre del año 2000, la “implosión” de sus viviendas. El barrio actualmente denominado “Ejército de los Andes” o “Fuerte Apache”, situado en el Partido de Tres de Febrero, en la localidad de Ciudadela Norte formó parte de lo que se llamó el “Plan Alborada” para la erradicación de villas. Su diseño y ejecución comenzó durante la dictadura militar de Onganía en 1966 y continuó durante los gobiernos de Levinston y Lanusse, hasta 1972. Se realizó un concurso organizado por la Secretaría de Estado de Vivienda para construir 960 viviendas, en donde el proyecto ganador fue el del Estudio STAFF, conformado por los arquitectos Ángela Bielus, Jorge Goldemberg y Olga Wainstein-Krasuk y la empresa constructora Seidman y Bonder SCA. El Estudio STAFF también ganó los concursos de los conjuntos urbanos de Morón y La Matanza (Ciudad Evita). Las obras comenzaron a mediados del mismo año. El complejo de edificios fue construido por intermedio de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, el Ministerio de Bienestar Social y el Banco Hipotecario Nacional en un terreno de 26 hectáreas, usufructuado por el Ejército, que la Provincia de Buenos Aires donó al Estado Nacional. Las dos primeras etapas de construcción concluyeron en 1976 con un total de 3360 viviendas. El Banco Hipotecario tuvo a su cargo las adjudicaciones. En agosto de 1977 por un convenio celebrado entre las entidades citadas, la Provincia de Buenos Aires y el Instituto de la Vivienda, se transfirieron las obras para su administración y traslado del dominio a sus beneficiarios al Instituto mencionado. En 1978 también se transfirieron al Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires, 650 viviendas (nudos 10,11,12 y 13) sin terminar y con un avance del 50% ya concluido. Estas últimas formaron parte de la acelerada política de erradicación de villas del entonces intendente Cacciatore en vísperas del Mundial de Fútbol en el año 1978. De acuerdo a la denominación oficial, en las dos primeras etapas se ejecutaron los proyectos de “Núcleos Habitacionales Definitivos”: - número 14, 15 y 16 que constaban de 22 edificios de planta baja y tres pisos (con 425 departamentos de 2 dormitorios; 336 departamentos 3 dormitorios; 157 departamentos 4 dormitorios y 42 departamentos de 5 dormitorios) - número 23, 24 y 25 con 64 edificios distribuidos en “tiras” de planta baja y tres pisos, y torres de planta baja y diez pisos (con 1080 departamentos de 2 dormitorios; 840 de tres dormitorios; 360 de 4 dormitorios y 120 de cinco dormitorios). Entre estos 6 sectores distribuyeron a la gente erradicada de la Villa de Retiro. Los edificios altos conforman “nudos”, es decir tres edificios más la torre de ascensores, unidos entre sí por pasarelas y de los cuales salen transversalmente las “tiras”. Las 396 viviendas de los nudos 8 y 9 implosionados recientemente formaban parte de este último sector. Los antiguos habitantes de la Villa 31 bautizaron al complejo como “Barrio Padre Mugica”. La dictadura militar del ´76, que hizo desaparecer toda forma de organización en el nuevo barrio, lo oficializó como “Ejército de los Andes”. A mediados de los ‘80 pasó a ser llamado “Fuerte Apache” como símbolo del estigma social. De los 22.000 habitantes, para los cuales estuvo previsto en su origen el diseño del complejo habitacional, en la actualidad las estimaciones oscilan entre 50.000 y 90.000 habitantes. Las situaciones de los habitantes del Barrio Ejército de los Andes son diversas. Algunos pagaron sucesivas cuotas al Instituto de la Vivienda, a otros organismos y finalmente el Banco Hipotecario fue quien otorgó las escrituras. Muchas viviendas fueron ocupadas y otros son inquilinos.

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